de fantasmas y duendes ancestrales
y entre aullidos de lobo en los umbrales
Belcebú fue el amor del pecho mío.
Ame de su cuerpo con pasión oscura,
su tibieza sexual y su hermosura,
la locura voraz que había en sus besos,
arcángel divino con fulgor de luna.
Sus manos me quemaron y alentaron
todo aquel frió que vivió en mi lecho,
su cuerpo dulce y celestial tenia...
El olor nocturnal de los cerezos.
Vampíricas sus alas me cubrieron,
me abrazaron con amor, me consumieron,
y al beberme yo el vino de sus venas
vida eterna y poderes me ofrecieron.
Voy sediento perdido en un derroche…
De pasiones y ardientes emociones,
y me quema su ausencia, ya no hay ecos
en la soledad nocturnal de mis canciones.
De pasiones y ardientes emociones,
y me quema su ausencia, ya no hay ecos
en la soledad nocturnal de mis canciones.
Con su estrella se fueron mis anhelos
y volando entre los rascacielos,
vampírico y maldito...
angustiado lo busco en cada noche.
¡Oh! Arcángel me llenas de ternura,
y volando entre los rascacielos,
vampírico y maldito...
angustiado lo busco en cada noche.
¡Oh! Arcángel me llenas de ternura,
más brillante y más bello que la luna,
¡Tan grande es este amor!.
Con tal pasión y sin dudar te amo.
En esta noche de brujas y de duendes,
¡Tan grande es este amor!.
Con tal pasión y sin dudar te amo.
En esta noche de brujas y de duendes,
cuando los dragones copulan con las hadas