VAMPIRO. POESÍA GÓTICA.
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Hace tanto tiempo que cabalga el alma
sobre la espalda yerma de los años,
dolor eterno que nace en el crepúsculo
y que se oculta cuando llega el alba.
¡Soy hijo de la noche!..
!Y siniestras las sombras me reclaman!.
Compañero leal de Mefistófeles
y corto las rosas ateridas
cuando enfermas de placer me claman.
Y la niña inocente de los cabellos rubios,
se perdió entre las brumas de la nada,
cuando hundí mis colmillos en su cuello
y de pasión sucumbió la desdichada.
Y fueron tantas y tantos los amantes,
que yo ya ni me acuerdo cuantos fueron,
los que lívidos de amor, llenos de encanto,
virginales sus cuerpos me ofrecieron.
Hace tanto tiempo que cabalga el alma
sobre la espalada yerma de los años
y aun golpeo insolente en las ventanas
y al tratar de engañarme los engaño.
Y se llenan de horror cuando comprenden,
que en mi mundo de odio no hay amor
y mis garras destrozan su latido
y convierten mí pena en su dolor.
Hoy me siento tan solo y tan vencido,
y vuelo entre las noches solitario,
y de sombras se cubre el campanario,
el mundo está a mis pies, mas nada es mío.
Y sigue mi sed inevitable,
esta sed tan horrenda que me quema,
cuando se oculta el sol tras la montaña
y renace otra vez la luna llena.
Y desde la horrible soledad que me lastima,
en este mundo de envidia y de mentira
mientras busco otros labios virginales…
¡Quizás el sol egresa y me calcina!...
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